Lovastatina es un inhibidor de la hidroximetil glutaril-CoA (HMG-CoA) reductasa. El fármaco es una prodroga que se hidroliza in vivo a su forma activa el ácido dihidroximevinolinico, que es estructuralmente similar al HMG-CoA y produce una inhibición competitiva selectiva y reversible de la HMG-CoA reductasa. De esta inhibición resulta su acción antilipémica ya que impide la conversión de HMG-CoA a ácido mevalónico, que es un precursor del colesterol. A las dosis terapéuticas usuales de lovastatina, la inhibición de HMG-CoA reductasa y de la subsecuente síntesis de ácido mevalónico y colesterol es solo parcial y la esteroidogenesis gonadal y adrenal no son afectadas sustancialmente. Lovastatina reduce las concentraciones séricas de colesterol total y colesterol lipoproteínas de baja densidad (LDL-colesterol) en individuos sanos y en pacientes con hipercolesterolemia. El fármaco produce además un leve aumento de colesterol lipoproteínas de alta densidad (HDL-colesterol). El mecanismo de acción es complejo y no está completamente dilucidado. Lovastatina ha sido estudiado en el tratamiento de la hipercolesterolemia primaria, en los casos en que la dieta sola ha resultado ser insuficiente para controlarla. Lovastatina ha resultado eficaz en reducir el colesterol total y la fracción LDL en las formas de hipercolesterolemia familiar heterozigotas y no familiar, como asimismo en la hiperlipidemia mixta y en cualquier circunstancia en que los niveles elevados de colesterol constituyan motivo de preocupación. A las 2 semanas de tratamiento se aprecia una respuesta marcada, mientras que la respuesta terapéutica máxima se obtiene entre las 4 y 6 semanas de tratamiento y se mantiene mientras la terapia continúa. En pacientes con hipercolesterolemia severa, lovastatina puede emplearse asociado con fármacos secuestrantes de ácidos biliares.
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